miércoles, 5 de junio de 2013

Sin utilizar la palabra.

Para esta clase se nos solicitó asistir con ropa  cómoda, ya que la clase que  tendríamos sería de movimientos creativos, pensé en las diferentes formas que se podría  desarrollar la clase, estaba muy intrigada.
 Llegada las 14:30 horas entramos a nuestro querido auditorio Brigida Flores, adentro se encontraba nuestra profesora Erna, para lograr un ambiente optimo y calmar la gran energía desbordante que caracteriza a nuestro curso, para ello formaos 3 filas  comenzamos a darnos golpecitos a los compañeros que estuviese  adelante al ritmo de la música,  luego comenzamos a caminar por todo el salón, la idea era concentrarnos en uno mismo, sentir cada paso que diéramos, en lo particular creo que el objetivo no lo pude lograr completamente, ya que no pude conseguir una concentración optima debido a que constantemente chocaba con mis compañeros producto del reducido espacio del salón, además la profesora recalcaba que el silencio era muy importante, ya que utilizaríamos solo el lenguaje no verbal (uff vaya que costo, pero se logró).

Luego de esto comenzamos a utilizar un lenguaje que va más allá de la palabra entre nosotros, lo que
realizamos fue seguir con la marcha en la sala pero ahora había que saludarnos de la mano con un compañero y  siempre mirándonos a los ojos, a cada rato la forma del cambia, después fue con tocarnos las orejas, el brazo, las dos manos juntas y hasta chocar las cadera,  en lo particular esta actividad la encontré muy beneficioso, ya que fue muy agradable sentir a muchos de mis compañeros sin tener que hablar con ellos, con solo el simple hecho de apretarle la mano y mirarnos a los ojos para así poder expresar sin palabras la virtud de un saludo. Posterior a esta actividad teníamos que comenzar a camina pero ahora era de espaldas y al momento de que muestras espaldas se topara con otra, debíamos quedaros juntos, a mí en este ejercicio me toco con mi compañera Constanza, luego de ello comenzamos a expresar una serie de sentimientos como
rabia, cariño, enojo, bienestar como entre otras, lo destacable de este ejercicio fue que en ningún momento supe quién era mi compañera solo los realice, con ello comprendí  que uno puede expresar  diferentes  emoción, sentimiento o estado, a través de cualquier parte de nuestro cuerpo  y que a su vez uno también puede percibir  con cualquier parte de nuestro cuerpo. Luego del ejercicio de las espaldas, la profesora se puso en el centro del salón y comenzó a realizar una serie de movimientos, los cuales debíamos imitar. 

Y por último nos juntamos en grupos de alrededor de 6 a 7 personas, lo que debías hacer era estar con los ojos cerrado y tomarnos de las manos, debíamos conocer la mano de nuestro compañero, con ello se generaron una serie de  cosas, sentí muy afable este último ejercicio, ya que nos pudimos conectar con mis compañeros de una forma más profunda e implícita, y aprender que siempre es bueno sentir el calor de otra persona.

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