Para esta clase se nos solicitó asistir con ropa cómoda, ya que la clase que tendríamos sería de movimientos creativos, pensé
en las diferentes formas que se podría
desarrollar la clase, estaba muy intrigada.
Llegada las 14:30
horas entramos a nuestro querido auditorio Brigida Flores, adentro se
encontraba nuestra profesora Erna, para lograr un ambiente optimo y calmar la
gran energía desbordante que caracteriza a nuestro curso, para ello formaos 3
filas comenzamos a darnos golpecitos a
los compañeros que estuviese adelante al
ritmo de la música, luego comenzamos a
caminar por todo el salón, la idea era concentrarnos en uno mismo, sentir cada
paso que diéramos, en lo particular creo que el objetivo no lo pude lograr completamente,
ya que no pude conseguir una concentración optima debido a que constantemente
chocaba con mis compañeros producto del reducido espacio del salón, además la
profesora recalcaba que el silencio era muy importante, ya que utilizaríamos
solo el lenguaje no verbal (uff vaya que costo, pero se logró).
Luego de esto comenzamos a utilizar un lenguaje que va más
allá de la palabra entre nosotros, lo que
realizamos fue seguir con la marcha
en la sala pero ahora había que saludarnos de la mano con un compañero y siempre mirándonos a los ojos, a cada rato la
forma del cambia, después fue con tocarnos las orejas, el brazo, las dos manos
juntas y hasta chocar las cadera, en lo
particular esta actividad la encontré muy beneficioso, ya que fue muy agradable
sentir a muchos de mis compañeros sin tener que hablar con ellos, con solo el
simple hecho de apretarle la mano y mirarnos a los ojos para así poder expresar
sin palabras la virtud de un saludo. Posterior a esta actividad teníamos que
comenzar a camina pero ahora era de espaldas y al momento de que muestras
espaldas se topara con otra, debíamos quedaros juntos, a mí en este ejercicio
me toco con mi compañera Constanza, luego de ello comenzamos a expresar una
serie de sentimientos como
rabia, cariño, enojo, bienestar como entre otras, lo
destacable de este ejercicio fue que en ningún momento supe quién era mi
compañera solo los realice, con ello comprendí que uno puede expresar diferentes emoción, sentimiento o estado, a través de
cualquier parte de nuestro cuerpo y que
a su vez uno también puede percibir con
cualquier parte de nuestro cuerpo. Luego del ejercicio de las espaldas, la
profesora se puso en el centro del salón y comenzó a realizar una serie de
movimientos, los cuales debíamos imitar.
Y por último nos juntamos en grupos de alrededor de 6 a 7
personas, lo que debías hacer era estar con los ojos cerrado y tomarnos de las
manos, debíamos conocer la mano de nuestro compañero, con ello se generaron una
serie de cosas, sentí muy afable este último
ejercicio, ya que nos pudimos conectar con mis compañeros de una forma más profunda
e implícita, y aprender que siempre es bueno sentir el calor de otra persona.
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