martes, 4 de junio de 2013

Manos a la obra.



Por fin, después de 2 semanas de realizadas nuestras mascaras llegaba el día en el cual teníamos que decorarlas,  aquel día teníamos que llevar materiales para poder decorarla a nuestro gusto, además la profesora  nos proporciona materiales como pinceles, lija,  temperas y diversos tipos de papel, ahhh  y la milagrosa pasta muro. Aquel día nos juntamos con mis compañeras y compartimos los materiales que cada una había llevado, por otro lado pensaba en darle una decoración con respecto a mi esencia, quería que la mi mascara representara o lo que soy o gran parte de ello.

Después de mucho pensar en el diseño pusimos las manos a la obra, primero que todo comenzamos a lijar la máscara  para borrarle  las imperfecciones, la mía en lo particular estaba muy bien hecha así que no fue una tarea tan ardua, todo gracias a Daniela  que me hizo la máscara,  después  de ello le aplicamos una capa de pasta muro, esta fue la parte que más entretenida encontré, ya que me costó un montón que me quedara pareja pero a medida que avanzaba iba notando los resultados, luego de que conseguí que quedara como quería espere a que se secara la pasta y con ello pensar en que color o colores pintar mi mascara, me costó mucho decidirme pero como primer color elegí el amarillo, ya que representa la luz del sol, la alegría, la felicidad, la inteligencia y la energía positiva, creo que este color me representa, debido a que siempre intento ver la vida desde aquellas perspectivas. Después que se secara encima aplique una capa de cola fría para posteriormente volver a pintar y así darle un toque de craquelado  porque sencillamente es una técnica simple  que queda muy llamativa, el segundo color que elegí fue el blanco, ya que  aporta paz, ayuda a limpiar y a aclarar los pensamientos, emociones y el espíritu, por ultimo aplique un toque de color rojo, ya que aporta también confianza en sí mismo, coraje y una actitud optimista ante la vida. También fue lindo ver las máscaras de mis compañeras como iban tomando forma, y adquiriendo cada mascara una personalidad única y sello personal de ellas. Terminada la clase mi mascara aún no estaba lista, así que decidí llevármela para terminar de decorarla con más calma, recuerdo que compañeros lograron terminarla por completo como lo hizo Eduardo, el cual tenía un toque muy rustico el cual lucia genial. Y por último quedaba la tarea final, era ordenar  el gran desastre que dejamos con los materiales. 

Fue una clase la cual hizo pensar que me podría representar, tenía muchas ideas, pero primero quise representa la forma de vivir la vida a través de los colores, lo que ellos producían en mí, no se me hizo tarea fácil elegir los diseños o técnicas para mi mascara, por ello me decido por el craquelado, ya que es fácil de aplicar y estéticamente es una de mis técnicas favoritas. Así que concluyo que el cometido estuvo totalmente cumplido.


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